Seguramente Patanjali jamás imaginó que su ciencia llegaría tan lejos

domingo, 11 de diciembre de 2011

Mantener vivos a Los Discípulos

Verdaderamente esto cuesta. Si me quedo con los brazos cruzados, Los Discípulos se mueren ya. Y no estoy dispuesto a que eso suceda. Siete meses de vida y alrededor de 150 ejemplares vendidos. Ese es el balance del año.

Lo cierto es que esta aventura me está sirviendo para tantear el mercado editorial, para descubrir las mejores y las peores vías a través de las que el libro puede hacerse un hueco en el mundo literario. Una cosa está clara -a las pruebas me remito-, lo más importante son las recomendaciones de terceros. Si no hay alguien que recomiende el libro, hay poco que hacer.

Y las recomendaciones pueden hacerse de boca a oreja o a través de Internet. Y para esto último se requiere que el libro genere comentarios en las redes sociales o en blogs. Ese es el gran desafío que me impongo para los próximos meses: generar comentarios. Es probable que esto suceda si el número de fans del libro sigue aumentando. De momento, tenemos una dirección de Facebook más fácil de recordar: http://www.facebook.com/losdiscipulosdelsenorpez

Lo que es evidente es que en las librerías tenemos muy pocas posibilidades de éxito. Muchas más, quizá, en centros de yoga o en otros espacios que puedan sintonizar con la filosofía del libro. Y ese será otro de los frentes en los que me moveré durante los próximos meses. Todo sea por mantener viva la esperanza en un mundo, el del marketing literario, irracional e incomprensible como pocos.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Circunvoluciones yóguicas y espirituales

Profundizar en el yoga. Pero, ¿en qué yoga, en el yoga de manual o en el yoga de autor?

He de confesar, aunque parezca lo contrario, que yo no he profundizado demasiado en el primero. La técnica es importante, sí; los cursos específicos, enriquecerse con diferentes estilos, asistir a clases con maestros de renombre, empaparse aquí y allá de una u otra doctrina.

Ni siquiera he profundizado demasiado en alguna otra tradición espiritual. Sólo he circunvalado los extensos perfiles de algunas de ellas, atracado en muy pocas de sus incontables costas. Y es que me atraen los horizontes poco trillados, las aguas desconocidas, los mares sin nombre.

Creo que, en esencia, la espiritualidad que trato de vivir no depende demasiado de profundizar más o menos en la tradición yóguica. Se trata más bien de captar desde otros ángulos sus interminables e inextinguibles tesoros. Y esa es una mirada creativa y, en la misma vena, espiritual como cualquier otra.

Quizá tan legítima y tan profunda como la que uno pueda adquirir a través de los grandes maestros de todas esas tradiciones, en sus doctrinas y en sus filosofías. Las corrientes tradicionales son importantes, sí; pero ahora necesitamos que alguien hable en nombre de los aventureros espirituales anónimos. Y ese es el blues que Los Discípulos pretenden interpretar.

domingo, 30 de octubre de 2011

Espiritualidad creativa

Sin duda. Los Discípulos son, por encima de todo, un ejercicio de creatividad espiritual. Y, sólo por eso, sobrepasan, y creo que con mucho, a la gran masa de libros sobre yoga que pueden encontrarse en el mercado.

Porque se alejan deliberadamente de la literalidad de los grandes tratados y de las grandes lecciones, y porque invitan a mirar con nuevos ojos la milenaria ciencia de Patanjali. Nada de asanas petrificadas ni de serios yoguis ascéticos.

Los Discípulos van mucho más allá de todo eso y, con la bandera de la creatividad espiritual por delante, quieren desmarcarse en muchos aspectos de lo que podemos llamar tradicional, de lo tradicional del yoga.

Creatividad versus tradicionalismo. Ése es el debate que quieren inaugurar. Se trata, ni más ni menos, de explorar los caminos que nos conduzcan a una espiritualidad verdaderamente moderna dentro del contexto del propio yoga. Porque lo espiritual probablemente se define (se crea) a cada instante.

Los textos tradicionales, por supuesto, son una referencia para todos, pero no pueden ser la única en un mundo de cambio incesante y de innovación permanente. Del yoga de escuela al yoga de autor, de las autoridades tradicionales a la autoridad interior que echa raíces en el contexto vital de cada uno.

lunes, 17 de octubre de 2011

Iniciación por cuenta propia

Creo que necesitamos justamente eso, que nosotros mismos nos saquemos nuestras propias castañas del fuego, y tanto en el yoga como en la literatura. Los Discípulos son una apuesta clara por esto.

No olvido las protocolarias iniciaciones de la tradición gurukula (maestro-discípulo), pero pienso que ya es hora de que el maestro interno salga a pasear un rato y hable con su propia voz, porque a buen seguro tiene mucho que decir.

Desde luego, siempre necesitaremos referencias externas y escuchar a los expertos en yoga que tengan más experiencia que nosotros. Sin embargo, deseo resaltar que nuestra vida yóguica es única, original y tiene un gran valor, y nunca carece de una sabiduría innata.

El mundo literario es otro cantar, y más en los tiempos que corren. Como no sea uno el que se promocione, me temo que hay poco que hacer. No creo que haya nada definitivo sobre la forma de editar y vender un libro. Así pues, marquemos nuestro propio estilo, iniciémonos con nuestras propias formas, démonos nuestros propios nombres, grabemos en nuestro ajna chakra la impronta genuina de nuestro propio carácter.

lunes, 10 de octubre de 2011

Más yoguis, menos toreros

Coincidimos. Yo y el Viti, según muchos uno de los más grandes toreros que han parido las Españas. El Viti: La leyenda aparece una semana antes que Los Discípulos. Éstos hablan de mis viajes semanales por la tierra del matador diseminando semillas yóguicas originales.

Pero mi faena es diferente. Tiene algo de arte; o mucho, según se mire. Los taurinos también hablan de arte y de cultura, aunque no sé si podremos rescatar sus formas para construir otras culturas más altas. En cualquier caso, me siento feliz después de haber colocado mi particular estocada en el corazón del Campo Charro.

Coincidimos, pero Los Discípulos no pueden hacerle sitio al toreo, c’est la vie, aunque en muchas situaciones hayan tenido que echar mano de muletazos para templar y mandar, y aunque se escuchen rumores de toreros yoguis.

En otras cosas tampoco coincidimos. Mientras algunos libreros ya han mandado a Los Discípulos a sus almacenes, hasta hace poco aún podía verse a SM en los escaparates. ¿Por qué han de ser los referentes de la tauromaquia más valiosos para la cultura librera que los del yoga genuino?

domingo, 2 de octubre de 2011

El síndrome del lomo

Los Discípulos están comenzando a padecer el “síndrome del lomo” (sólo visible el lomo del libro en algún remoto estante de las librerías; o lo que es peor, ya en el almacén, ni siquiera a la vista del público). Ante esto, creo que se hace necesaria una reacción.

Redoblo mis esfuerzos de marketing. Esto supone unas dos horas diarias de media (¿cuánto tiempo más habrá que invertir?) frente al ordenador: enviar y contestar e-mails, navegar en la blogosfera literaria y en la yogasfera tratando de encontrar posibles interesados en el libro, etc.

Se me pasan por la cabeza todo tipo de cosas: desde recorrer librerías con el chiringuito a cuestas (a lo Eloy Moreno), visitar centros de yoga en los que el libro pueda estar presente (ardua tarea), contactar con famosos que puedan darme una opinión sobre el libro (preferiblemente de la esfera literato-yóguica), hasta publicar el libro en Amazon en formato digital (una opción no demasiado lejana).

Si hacerse un hueco en el mundo de la literatura es cuestión de codos, los míos, que son bastante puntiagudos, no van a dejar de intentarlo. De momento, tenemos dos posibles presentaciones en el horizonte: Majadahonda y Salamanca (de nuevo).

domingo, 4 de septiembre de 2011

Experimentando caminos yóguicos originales

Éste es uno de los puntos diferenciales de Los Discípulos, su verdadera marca de fábrica, su principal seña de identidad: la experiencia de una vía yóguica original, una experiencia vivida, sentida y contada.

Pero no es el único. Volveré a recordar una vez más algunas de las cosas por las que el libro puede ser interesante, y no sólo para yoguis y yoguinis:

Es el relato de una vida yóguica contado en primera persona.

Se aleja de los convencionales manuales de yoga, tan abundantes hoy día.

Da una perspectiva de la práctica yóguica diferente a las convencionales.

Pretende ser literatura, en el sentido más alto del término.

Es una aventura espiritual, en el sentido más profundo del término.

Se trata de una historia amena repleta de anécdotas. Una máxima: de cada anécdota, una enseñanza.

Intenta elevar al rango del mito la historia de los yoguis y yoguinis comunes y corrientes. Otra máxima: de lo cotidiano, la más excelsa sabiduría.

Pretende reivindicar la singularidad del yoga y de la espiritualidad que nosotros, los occidentales, hemos heredado, producido y tenemos la responsabilidad de seguir produciendo.

Y habrá más, pero eso lo tendréis que descubrir vosotros. Yo sólo puedo invitaros a que os hagáis con el libro y saquéis vuestras propias conclusiones. Creo que Los Discípulos aún pueden decir muchas cosas. Y lo harán. Volverán a estar en la brecha a mediados de Septiembre.

martes, 19 de julio de 2011

Novedad permanente

¡Qué gracia! Parece que los libros que se publican en este país son novedad sólo unos días, o cuando mucho una o dos semanas. Pero no he escrito un libro para eso. Lo he hecho para que sea una novedad permanente, en la medida de lo posible.

Sí, porque, ¿para qué vamos a negarlo?, creo que Los Discípulos, en sí mismos y por sí mismos, pueden crear una tendencia, una nueva moda, una corriente característica. Esa es al menos mi aspiración y no quiero en ningún sentido adjudicarles una fecha de caducidad.

En otro orden de cosas, el verano pesa demasiado y creo que también los pupilos e Mr. Fish merecen un descanso, aunque eso no quita para que saquen la cabeza de vez en cuando desde el fondo de las palabras.

jueves, 30 de junio de 2011

Libreros desencantados

Ésa es la tónica dominante. Todos se quejan (al menos los salmantinos). No se venden libros. Y de esa forma, el pesimismo respecto a todo lo que rodea al mundo editorial se hace dueño de la situación. Pero si ni siquiera los libreros recomiendan nuestros trabajos, ni apuestan por nosotros (cierto que es casi imposible debido a la avalancha de novedades que les invade cada semana), ¿quién lo va a hacer?

Decididamente voy a tener que pasearme por las librerías con mi cartel de 90 x 50. A ver si así… Felicito a Bohindra y a Rerum Natura por haber hecho una reseña del libro en sus webs (que les imiten otros). No estoy obsesionado (aún) con la visibilidad, pero un poco más de presencia y de entusiasmo no estaría mal.

Estrategias para re-encantar el mundo de los libreros, que no de los libros (¿perdieron su encanto alguna vez?), un mundo y un mercado que, recordémoslo, se mueve al ritmo de los regímenes económicos imperantes. Desgraciadamente, en ellos, como en casi todas las cosas, dominan las macrosuperficies libreras (físicas o virtuales).

Así pues, sería fantástico que pudiéramos toparnos con libreros que apuesten por nosotros. Su labor también es muy importante, demasiado importante, y no deberían permitir que nuestros libros, creados con todo el amor y toda la dedicación del mundo, terminen perdidos y olvidados en algún rincón de sus estanterías.

viernes, 17 de junio de 2011

Primera gran ola

Creo que ha pasado la primera gran ola de Los Discípulos; es decir, todo lo concerniente a las primeras presentaciones del libro, labores de difusión masiva (hasta donde uno es capaz), contactos, librerías, centros de yoga… Primera gran ola, aunque espero y deseo que haya una segunda, una tercera…

A partir de ahora, y con el verano encima, el trabajo tendrá que ser algo más subterráneo, aunque no por ello menos importante. Y para esto vuestras opiniones, si ya habéis leído el libro, pueden ser decisivas. Mi intención es mantener vivo este proyecto, como ya he comentado anteriormente, hasta que el Señor Pez aguante.

Mi propuesta es la siguiente: incluiré (citas literales) vuestras recomendaciones del libro  (hechas en este blog, en el muro de Los Discípulos en Facebook o en vuestros propios portales (ver campaña 10 libros gratis)), especialmente las más originales e imaginativas, en la siguiente edición, si es que la hay. Sección expresa dedicada a todos los que sois fans del libro en la que citaré vuestro nombre y la dirección de vuestras respectivas webs o blogs.

En cualquier caso, estoy abierto a escuchar cualquier propuesta que ayude a promover la difusión de este trabajo. Futuras presentaciones en centros de yoga o de otro tipo podrían tener cabida aquí. Intuyo que, de momento, la cosa tendrá que seguir discurriendo fuera-de-los-cauces-habituales (entiéndase librerías) en la mayor parte de los casos.

martes, 7 de junio de 2011

Discípulos móviles

la única forma de que un libro
pueda verse en una librería
90 x 50. Ésas son las dimensiones del cartel con el que me he paseado por la Feria de Madrid tratando de que Los Discípulos no pasaran desapercibidos. Los libreros de Rerum Natura me invitaron amablemente a pasar al interior de su caseta. Unos pocos minutos de gloria en los que mi pancarta fue el centro de atención de todos los curiosos.

Hasta monté un puesto propio para regalar marcapáginas; ambulante, eso sí, pero de fácil quita y pon. He de decir que me sentí más pequeño que nadie entre tanto monstruo literario, pero Los Discípulos supieron sobreponerse bastante bien. Y es que son únicos en su especie.


Queda mucho por ganar y poco por perder. Nuestras fuerzas, las mismas que se multiplican a la hora de reivindicar el valor de este trabajo, el arte de escribir como oficio racionalmente valorado y remunerado, y el derecho a formar parte de la inmortal galaxia de la literatura, siguen intactas. Aunque hagan falta carteles más grandes.

martes, 24 de mayo de 2011

Spanish yoga revolution

Estas serán las próximas revoluciones de Los Discípulos:

Presentación en Espacio Psicología. Viernes 3 de Junio a las 20.00 (para yoguis, yoguinis, espiritualistas varios, y para todos los que quieran saber lo que significa y lo que implica ser un yogui independiente en los tiempos que corren).

Presentación en Valladolid. Centro Cívico Juan de Austria (Zona Sur). Jueves 9 de Junio a las 20.00.

Feria del Libro de Madrid. Aquí y en Facebook. Del 27 de Mayo al 12 de Junio. Los Discípulos estarán en la caseta 119, Librería Rerum Natura. Y allí estaremos repartiendo marcapáginas una vez más.

Después de todo esto y en vistas de que el verano se nos echa encima, no sé cuáles serán los siguientes pasos a dar. En cualquier caso, prometo seguir haciendo ruido, con tenaz insistencia pero cuidadoso para que no se repita siempre la misma cantinela. ¿O quizá sea necesario ser moderadamente pesado para que a uno lo escuchen? 

viernes, 13 de mayo de 2011

Contrapesos occidentales

Wagner y Bruno. ¿Por qué? Porque Occidente, a través de estos dos puntales y de muchos otros, también rezuma espiritualidad. Es cierto que en Oriente el espíritu se hace patente de múltiples formas, pero el hecho de que parezca que los occidentales carecemos –que no es el caso– de tecnologías explícitas para la transformación de la conciencia, no quiere decir nada.

O tal vez mucho. A lo mejor es imposible pensar, o planificar, la forma de iluminarnos, por mucha técnica contemplativa que tengamos a mano. Si la iluminación es como una cura, esto es casi una cosa cierta. Porque, tal como asegura Janov, quizá no podamos pensar la forma de curarnos.


Y es que la cura probablemente habrá que encontrarla en el dominio de los sentimientos, y no tanto en el de la razón, con sus planes, sus previsiones, sus caminos ciertos, sus metas. Los Discípulos también apuntan en esa dirección. Discípulos no–racionales, occidentalmente imprevisibles, pero occidentales al fin y al cabo. Aún habrá que definir un samadhi y un nirvana para ellos.

viernes, 29 de abril de 2011

Chris Stewart: entre lo mítico y lo mundano

Con Chris Stewart en Órgiva
Si Jodorowsky, como ya he comentado en otra entrada, ha sido una inspiración para que mi historia tenga ciertas resonancias míticas, Chris Stewart ha hecho lo propio para que mis peripecias yóguicas rezumen mundanidad.

Pero creo que no es una mundanidad simple y llana, porque mi intención siempre ha sido extraer de ella la mayor sabiduría posible. Filosofía mundana (también a lo Gomá) para un escenario yóguico abierto a todo el mundo. Yoga de salón (entre esterillas, cojines y mantas de pueblo), pero que rescate lo más excelso de todos nosotros.

Y es que lo sublime no tiene por qué estar reñido con lo mundano (todo forma parte de nuestro querido samsara). Ése ha sido precisamente el desafío de las tradiciones no–duales: reconciliar las cosas de este mundo (incluidos limones, loros y yoguis de barrio) con las que están más allá de él.

sábado, 16 de abril de 2011

Visibilidad

Paradójicamente, parece que donde menos visible es un libro es en una librería, a no ser que uno se apellide Zafón, Sierra, Rowling, Follet o Falcones, claro está.

Mi pulga literaria, desde luego, no puede competir con estos animales a la hora de conseguir visibilidad. Así pues, se hace necesario recurrir a otras estrategias fuera–de–los–cauces–habituales.

Y eso es justo lo que he encontrado en el libro de Neus Arqués Marketing para escritores. Porque, para ella, una de las claves es la visibilidad.

He de decir que, si no hubiera sido por el aluvión de ideas que ofrece Neus, jamás me hubiera atrevido a apostar de una forma tan clara por Los Discípulos, ni seguramente estaría dedicando tanto tiempo a mimar la criatura para que tenga alguna posibilidad de sobrevivir más allá de lo que sobrevivieron mis dos trabajos anteriores. Gracias, Neus, por todo ello.


Por lo demás, y como podéis comprobar, ya tenemos fecha para la presentación. Sólo falta que las máquinas de la imprenta den el último paso y, por fin, hagan real esta idea. Y lo harán, porque las palabras del Señor Pez ya están tomando forma en sus entrañas.  

domingo, 10 de abril de 2011

Estereotipos yóguicos

Decididamente creo que este libro es una apuesta clara para poner sobre la mesa toda una serie de cuestiones que atañen a los profesores de yoga, a su enseñanza y a su forma de ver la vida.

En cierto sentido puede verse como un intento de acabar con varios estereotipos que, desde mi punto de vista, rodean a los yoguis y yoguinis, y de los que personalmente siempre he tratado de desmarcarme. Veamos algunos.

Son vegetarianos.
No toman ajo, ni café, ni otros excitantes.
Visten de blanco o de naranja.
Se mueven siempre en ambientes tranquilos y silenciosos.
No les gusta la música estridente: pop, rock,…
Creen que Oriente es más espiritual que Occidente.
Creen que vale más la práctica que la teoría.
Rechazan todo tipo de intelectualismo.
Son reacios a entrar en la onda de las nuevas tecnologías: Internet, etc. (y en algunos casos en las viejas).

En general, creo que la mayor parte de los amantes del yoga siguen estos preceptos. Así pues, mi libro pretende dar una visión diferente de lo que significa llevar una vida yóguica. Sencillamente no creo que todo eso nos acerque mucho más al espíritu de lo que podría acercarnos lo contrario. Hay otros factores sutiles que también cuentan, y probablemente en mayor medida que todos éstos.

En otro orden de cosas, ya tenemos ISBN. El libro estará en la calle a primeros de Mayo.

viernes, 1 de abril de 2011

Maquetación y correcciones

Acabo de corregir las primeras pruebas de imprenta, un trabajo verdaderamente arduo. Siempre hay cosas que pueden mejorarse, comas que cambiar de sitio, palabras más adecuadas para expresar ciertas ideas, tildes que había pasado por alto. En función de la maquetación, parece que el libro tendrá finalmente unas trescientas páginas.

Quiero que el libro esté en la calle en Mayo, independientemente del crowdfunding, que sigue su curso. Más allá de esa fecha (parálisis estival), no habrá margen de maniobra para dar a conocer los discípulos. Como siempre, pienso en la Casa de las Conchas para la presentación.

Respecto a los marcapáginas, ya tengo las cartulinas para imprimirlos. Verdes, aunque las que me han mandado, vía Internet, son un tanto pasteleras. Quiero un verde fuerte, como el fondo de esta página, para que no desentone. Imprimir, cortar y repartir. En principio, dos mil quinientos, como estaba previsto. 

domingo, 27 de marzo de 2011

Marcapáginas, yoguis que leen, fragmentos

Tres campañas que pueden servir para dar a conocer Los Discípulos. Las he bautizado así.

Marcapáginas. Creo que fácilmente podré hacer unos dos mil quinientos. Fabricación casera, por supuesto. La idea es repartirlos entre la población antes de la presentación del libro.

Yoguis que leen. Dar a conocer el libro visitando a posibles interesados; entiéndase centros de yoga y similares, de Salamanca y otras ciudades. ¿Por qué no Madrid?

Fragmentos (o algo por el estilo). Esto aún no está claro. Regalar pequeños fragmentos del texto en eventos como ferias del libro, etc. Tal vez cometa el atrevimiento de hacerlo en la Feria del Libro de Madrid, por ejemplo. Eso sería casi un sueño. 

viernes, 18 de marzo de 2011

Contraportada

No hay noticias de la agencia literaria a la que le envié el manuscrito. Pero a estas alturas no importa demasiado.

Ahora mismo el texto que irá en la contraportada centra toda mi atención y me está dando algún que otro quebradero de cabeza. Decididamente, y como ya he comentado en alguna ocasión, creo que ese es el texto más importante de todos. En gran medida, de ese texto dependerá que quien tenga el libro en las manos lo abra y siga leyendo.

Después de la contraportada, lo más importante es el primer párrafo, después el segundo y después el tercero, y así sucesivamente. Lógico, ¿verdad? Si hemos conseguido llevar al lector hasta ahí, es posible que se enganche y quiera seguir leyendo.

El índice también importa. Al menos creo que debe decir algo, sobre todo en un libro de este tipo. Además, Los Discípulos contendrán alguna que otra cita que anteceda al grueso del texto. Esas pequeñas perlas pueden despertar la curiosidad y preparar al lector para lo que viene después. Ya he elegido una. Espero haber acertado.

domingo, 13 de marzo de 2011

Ya estamos lanzados

Esa es la gran noticia de la semana. Los Discípulos están en la plataforma de micromecenazgo Lánzanos y, desde ya, puedes votar por ellos a golpe de click.

La idea es muy simple. Vosotros me ayudáis a financiar el libro y yo, a cambio de ello y dependiendo del donativo que hagáis, os hago un regalo. Podéis ver las recompensas que ofrezco en http://www.lanzanos.com/caja/proyecto/411/

Pero, antes de eso, el proyecto debe alcanzar suficientes votos. Si es así, pasará a la fase de financiación. Y ahí se inicia la cuenta atrás (60 días) para obtener la cantidad requerida.

De este modo podremos decir que todos vosotros habréis colaborado de una forma muy directa a hacer realidad una idea. Creo que vale la pena que, entre todos, intentemos que esta historia vea la luz.

Mil gracias a todos por anticipado.

martes, 8 de marzo de 2011

Edición cero

Éste debería ser quizá, propiamente hablando, el punto de partida para Los Discípulos, ya que se tratará de una edición de corto alcance. Me parece bien bautizarla así, aunque no sé si existe tal cosa en el mundo editorial. Sobre todo para distinguirla de futuras impresiones de miras más altas.

Las aventuras literarias de largo alcance seguramente exigen la consolidación de estos primeros pasos, de estos pasos en el umbral, en el punto cero de todas nuestras aspiraciones. Así pues, ésa es la primera frontera que Los Discípulos deben atravesar.

Y ese acto corre por mi cuenta. Los posteriores, no sé. Porque finalmente he decidido intentar el salto del crowdfunding. Creo que vale la pena embarcarse en ello. Espero contároslo pronto.

lunes, 28 de febrero de 2011

Micromecenazgo

Me gusta esta idea. De hecho, creo que puede ser una buena posibilidad para financiar nuestros trabajos. Los Discípulos ya están lanzados y creo que, salvo imprevistos o catástrofes de última hora, van a ver la luz sí o sí, a pesar de las dificultades económicas que supone autoeditar un libro.

Visto así, el micromecenazgo (crowdfunding) me parece un buen aliciente para el viaje de Juan Palomo. Por añadidura, puede ayudarnos a que nuestros proyectos tengan una mayor visibilidad, que a fin de cuentas, y entre otras cosas, es de lo que se trata.

Esta semana decidiré si opto por intentar crowdfundearme.

domingo, 20 de febrero de 2011

La película

Está casi todo a punto. Últimas correcciones, hechas. Portada casi terminada. La próxima semana me dedicaré a fondo a la maquetación. Al tratarse básicamente sólo de texto no será un asunto especialmente complicado  Hay una imprenta que ya espera mi trabajo. Está pendiente la contraportada y el texto de la contraportada; a mi juicio, el más importante de todo el libro, palabras que pueden ser claves para que la persona que tenga el libro en las manos lo abra.

Por lo demás, estoy muy contento con la película, que es como una especie de prolongación o presentación visual del libro. Está filmada con una pequeña cámara digital, de las que tiene todo el mundo. Por eso la calidad de la imagen no es muy buena. Pero creo que es suficiente. El objetivo es el libro, no la película. Aunque os puedo asegurar que ése también ha sido un trabajo apasionante. En particular, ha servido para que valore mucho más el trabajo que debe suponer hacer una película de las de verdad.

Desde aquí quisiera dar las gracias a todas las personas que han colaborado en la película, sobre todo por su paciencia y por haberme ofrecido unos minutos de sus vidas. Gracias a María José, a mis alumnos de Monleras, Villavieja y Vitigudino, a Luisa, Fátima, Concha y Jorge de Taiping, a Matilde, a Maura y a su fantástico Espacio Psicología, y a mis alumnas de Villarino: Tomasa, Amparo, Isabel y Esther. Gracias a todos por haberme ayudado a imaginar nuestro yoga.

sábado, 12 de febrero de 2011

Los protagonistas

Una de las principales inspiraciones y motivaciones para escribir este libro ha sido, como no podía ser de otro modo, el gran Jodorowsky. Hace años leí su fantástico Donde mejor canta un pájaro. Leer el prólogo (un solo párrafo) de este libro fue crucial. Lo reproduzco aquí en su totalidad.

«Todos los personajes, sitios y acontecimientos (aunque a veces se altere el orden cronológico), son reales. Pero esta realidad es transformada y exaltada hasta llevarla al mito. Nuestro árbol genealógico por una parte es la trampa que limita nuestros pensamientos, emociones, deseos y vida material… y por otra es el tesoro que encierra la mayor parte de nuestros valores. Aparte de ser una novela, este libro es un trabajo que, si ha sido logrado, aspira a servir de ejemplo para que cada lector lo siga y transforme, a través del perdón, su memoria familiar en leyenda heroica».

Así pues, efectivamente, lo he tomado como ejemplo, pero en mi caso lo que he pretendido elevar al mito ha sido mi vida yóguica y toda mi trayectoria profesional en ese ámbito. Creo que, en definitiva, esto es algo que puede hacerse con cualquier faceta de la vida de cada cual.

Por supuesto, las piezas clave en todo esto han sido mis alumnos, mis profesores y todas aquellas personas con las que he entrado en contacto a lo largo de mi trayectoria, todas ellas reales Por tanto, ellos también forman parte y son protagonistas de esta leyenda heroica.

Y son más de ochenta. En la mayor parte de los casos utilizo sus nombres reales. En otros, especialmente en el de algunas de las personas con las que he perdido el contacto y a las que ya no puedo localizar, he optado por cambiar sus nombres. Por el momento nadie se ha opuesto a ser citado. Contactar con todo el mundo para pedir permiso es una tarea ardua, paro ya está casi hecho.

Desde luego, mi trabajo no aspira a hacerle sombra al árbol de Jodorowsky. Más bien es mi pequeño brote literario el que crece a la sombra de sus frondosas ramas, aunque bien es cierto que en otros aspectos se desmarca definitivamente del trabajo del genio de la psicomagia para tratar de echar raíces en otros suelos. Trataré, en todo caso, de encontrar un hábitat propicio para mi incipiente creatura.

martes, 1 de febrero de 2011

El boceto de la portada

Como podéis comprobar, está en la cabecera del blog. Así es como quiero que sea la portada del libro. Yo mismo he hecho esos dibujos. Se trata de dos pies (y de dos manos) vistos a plantas llenas en Paschimottanasana, la famosa postura de la pinza.

Pero en la portada habrá una foto de unos pies reales, que también figurará en este blog. Se están encargando del trabajo mis amigos de Villarino. Tampoco faltará el distintivo, el santo y seña, de los discípulos del Señor Pez. Mientras espero “a sus pies” quizá podáis divertiros con esos graciosos diagramas de las distintas asanas.

En otro orden de cosas, planeo hacer marcapáginas. Miles. 

viernes, 28 de enero de 2011

¿Por qué escribir?

La primera razón que se me ocurre es que la literatura es un ejercicio mágico en el que, entre otras cosas y en el sentido más amplio del término, se estimula la imaginación y en el que la conciencia puede abrirse a otros mundos. Cada palabra, cada frase, cada imagen evocada es como una brecha en el espacio–tiempo  a través de la cual entrevemos una realidad imaginada. Palabras que transfiguran conciencias, relatos que anticipan mundos y destinos.

Creo que lo importante es tener algo que decir, y atreverse a decirlo a pesar de las dificultades que puede suponer publicar un libro. La meta puede ser llegar a muchos lectores, pero no debemos olvidar que en muchos casos el propio ejercicio de la escritura ya nos colma a cierto nivel. Escribiendo nos autorrealizamos. La meta es el camino y el camino es la meta.

Admiro a ciertos héroes literarios como Eloy Moreno. Su odisea se llama El bolígrafo de gel verde. Su aventura me ha conmovido y me sigue conmoviendo. Cada día apuesto más, con él, por la iniciativa propia a la hora de publicar nuestros trabajos. Y todo por la sencilla razón de que nuestra dignidad profesional debe estar por encima de todo.

Aún no sé a qué juegan algunas editoriales. Como Eloy ha comentado, nuestras obras no merecen terminar en una caja de cartón en algún lugar perdido de nuestro escritorio. Nacen, especialmente si han logrado ver la luz después de un arduo y laborioso trabajo de meses o años, no para ser despreciadas, sino para vivir y, sobre todo, para ser vistas y leídas.

En mi caso, he decidido no volver a poner mi trabajo en manos de editoriales poco sensibles. A partir de ahora creo que exigiré siempre un anticipo o publicaré por cuenta propia. Nuestro trabajo, si alguna editorial se hace cargo de él y apuesta por él, ya debería merecer alguna remuneración. Porque en ese sentido, para mí, la tarea de escribir es un trabajo como otro cualquiera.

Desde luego, las remuneraciones artísticas parecen ser un asunto resbaladizo. El arte quizá no se ajusta demasiado a la burocracia del encaje funcional social en el que las únicas cosas –y los únicos trabajos– que valen son los que encajan en el sistema. Sólo vale lo que sirve para algo, lo que funciona, lo que es útil. Pero el arte y la creación, por su propia definición, no pueden ceñirse a esos cánones. El arte, más allá o más acá de ser un elemento transfigurador de conciencias y de mundos, ¿funciona?

Redescubrir el valor del arte nos exige, por tanto, abrirnos a la dimensión olvidada de la conciencia y probablemente también a las historias de los propios artistas como Eloy, a su vida y a su trayectoria. En su caso, su odisea personal también vende y también “vale”. Los libros no sólo son objetos culturales, detrás de ellos hay muchas más cosas; hay conciencias, hay vidas y hay mundos por descubrir.

Felicidades Eloy.  

jueves, 20 de enero de 2011

Problemas con la eñe

Ese ha sido el caballo de batalla de los últimos días. Parece que algunos navegadores aún no reconocen la eñe y codifican la URL de las páginas que la contienen de una forma un tanto extraña. Eso es lo que me aseguran desde el servicio en el que he registrado los discípulos, aunque también afirman que la redirección al blog se efectúa correctamente. En resumen, puede ocurrir que el hecho de escribir www.losdiscipulosdelseñorpez.com en vuestro navegador no os lleve a la página que ahora mismo estáis viendo.

He eliminado este problema de un plumazo registrando también www.losdiscipulosdelsenorpez.com (con n en lugar de ñ). Y esto quiere decir que, ahora, ambas direcciones os llevarán al blog. Dichosa eñe…

Por lo demás, estoy terminando de preparar un proyecto sobre el libro para enviárselo a una agencia literaria a la que creo que le podría interesar. Ya sabéis, las agencias se encargan, entre otras cosas, de mediar entre autores y editores. A este respecto, y si la respuesta de esta agencia es positiva, se encargaría de buscarme un editor que quisiera publicar mi trabajo.

Otra novedad es que, por fin, estoy en Fecebook. Eso creo, al menos. Sólo me he registrado, aún no sé cuánto tiempo podré dedicarle. Mi agenda no da para mucho más, pero creo que es una buena opción a la hora de dar a conocer este pequeño animal literario. De momento, el universo facebookiano me desborda. Dichoso él también.      

jueves, 6 de enero de 2011

Imaginario yoga itinerante

Aquí, por fin, comienza la andadura de mi autobiografía yóguica. Será mi próximo e inmediato libro. Autobiografía de un yogui cualquiera, de un yogui occidental con profundas aspiraciones espirituales. Porque no sólo los grandes maestros hindúes, así Yogananda, iban a poder escribir sus peripecias yóguicas.

He querido trazar el perfil de toda mi trayectoria como practicante y como profesor desde que me inicié en este camino allá por el año 1991. Han pasado veinte años. Si no recuerdo mal, fue en el mes de Marzo de ese año cuando decidí acercarme al primer centro de yoga que tuve a mano para probar. Durante todo este tiempo apenas he dejado de profundizar en esta ciencia milenaria. El resultado de todo ello alcanza su máximo apogeo en este libro.

Desconozco si existen otras autobiografías yóguicas, además de la de Yogananda. Desde luego, yo no tengo noticia de ninguna. Pero eso no importa demasiado. Mi intención ha sido escribir un libro de yoga en una clave diferente a las habituales. No se trata de un manual ni de una recopilación de ejercicios yóguicos, sino del relato de una experiencia vivida desde dentro. En este sentido, este libro narra ciertos avatares que han sido decisivos a la hora de forjar mi propia conciencia o, al menos, buena parte de ella.

Mi vida yóguica también se compone de anécdotas, pero sobre todo de alumnos. Sin ellos no habría podido escribir este libro. Así pues, ellos son sus principales protagonistas. Y, por supuesto, a ellos está dedicado.

Desde ahora mi intención será contaros, semana a semana, cosas sobre el libro. La primera parte, escribir el libro, ya está hecha. Faltan dos más: publicarlo y venderlo. Así que espero haceros llegar, a través de estas líneas, noticias, inquietudes, curiosidades, temores, logros, y muchas otras cosas sobre la génesis, el crecimiento y la difusión de una criatura de estas características.


De momento hay una gran novedad. Se trata de una película. Podéis empezar disfrutando con la primera parte.