Seguramente Patanjali jamás imaginó que su ciencia llegaría tan lejos

jueves, 20 de enero de 2011

Problemas con la eñe

Ese ha sido el caballo de batalla de los últimos días. Parece que algunos navegadores aún no reconocen la eñe y codifican la URL de las páginas que la contienen de una forma un tanto extraña. Eso es lo que me aseguran desde el servicio en el que he registrado los discípulos, aunque también afirman que la redirección al blog se efectúa correctamente. En resumen, puede ocurrir que el hecho de escribir www.losdiscipulosdelseñorpez.com en vuestro navegador no os lleve a la página que ahora mismo estáis viendo.

He eliminado este problema de un plumazo registrando también www.losdiscipulosdelsenorpez.com (con n en lugar de ñ). Y esto quiere decir que, ahora, ambas direcciones os llevarán al blog. Dichosa eñe…

Por lo demás, estoy terminando de preparar un proyecto sobre el libro para enviárselo a una agencia literaria a la que creo que le podría interesar. Ya sabéis, las agencias se encargan, entre otras cosas, de mediar entre autores y editores. A este respecto, y si la respuesta de esta agencia es positiva, se encargaría de buscarme un editor que quisiera publicar mi trabajo.

Otra novedad es que, por fin, estoy en Fecebook. Eso creo, al menos. Sólo me he registrado, aún no sé cuánto tiempo podré dedicarle. Mi agenda no da para mucho más, pero creo que es una buena opción a la hora de dar a conocer este pequeño animal literario. De momento, el universo facebookiano me desborda. Dichoso él también.      

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