Ni lo uno ni lo otro. Eso es lo
que pienso a la hora de hacer balance tras la gira primaveral de
presentaciones. Es el momento de sacar conclusiones, de planificar los próximos
pasos a dar, de diseñar nuevas estrategias para difundir este trabajo. No soy vendedor
ni experto en marketing, pero me he propuesto ser un escritor (y yogui) activo.
Veamos. Éstas son las impresiones
más importantes que he tenido tras tomar el pulso –de una forma muy modesta,
claro está– a los mercados yóguico y literario:
Siguen valiendo las
recomendaciones de terceros, sobre todo si estos terceros son figuras de
autoridad que recomienden el libro.
En las librerías es más difícil,
simplemente porque en ellas no es visible. A veces es mejor intentarlo en otros
establecimientos. Exagerando un poco, hasta las carnicerías podrían valer.
Creo que el libro se sitúa en una
frontera difícil y poco transitada, entre lo yóguico y lo literario. Y eso
puede ser un hándicap, pero también un valor añadido.
En los círculos yóguicos no se
valora suficientemente lo literario en sí, sigue valiendo más una tonelada de
práctica… Ocurre lo mismo pero a la inversa en los círculos literarios, en los
que la disciplina del yoga es un asunto desconocido. Por supuesto, estoy
generalizando.
Creo que si el libro encontrara
los canales adecuados de difusión podría tener éxito. Desde luego, existen
muchas formas de definir el éxito. Para mí ya lo ha tenido, pero aquí hablo de
vender ejemplares. En este punto, el éxito consistiría en lograr unas ventas
que reportaran unas ganancias que pudieran corresponderse de forma racional con
el trabajo realizado. Cosa difícil, porque parece que el éxito es una cosa
bastante irracional, o todo o nada.
Los mejores canales quizá sean
las entidades, escuelas, librerías o centros híbridos, lugares y personas que
muestren un interés sensible en lo novedoso, en lo creativo, que estén abiertos
a diferentes tendencias artísticas, culturales, expresivas, etc.
Es un libro tan novedoso que costará darlo a conocer, tanto en los círculos relacionados con el yoga como entre los que se relacionan con la literatura. Pero es importante que a la gente le llegue y pueda disfrutarlo.
ResponderEliminarYo lo he leído y me ha parecido original e interesante.
Señor Pez, lo bueno a veces cuesta darlo a conocer, pero hay que insistir con voluntad yóguica.
Por cierto, esa foto me suena.
Un abrazo
Sí, hay que seguir intentándolo. Desde luego, es una aventura recorrer tantos lugares con el libro. De esa forma uno también le toma el pulso al panorama yóguico y literario para seguir planificando cosas. Y es una manera de desarrollar la creatividad, lo cual está muy bien. Un abrazo, yoguis de Cuatro Caminos.
ResponderEliminar